La mujer con los brazos al cielo

llamas2Brazos en alto, cayendo vertical, envuelta en su casa que arde y se desploma, clamando al cielo ante ese fuego que cae desde él, desde unos aviones que en el cuadro no figuran, la mujer arriba a la derecha se ha convertido, junto con esa otra a la izquierda que lleva en brazos a su hijo muerto, en símbolo del horror de la guerra moderna. Picasso no deja de hablarnos, en su obra, de sí mismo y de sus circunstancias y aquí no podía ser distinto. Se ha retratado como Velázquez en un lateral y ha colocado a las tres mujeres con las que actualmente tiene algún tipo de relación en este escenario: a Mª T. Walter con quinqué (como en Minotauromaquia, su inspiración); a Dora, su actual amante, la mujer que llora, en actitud implorante y a su esposa, Olga, bailarina que le está haciendo la vida imposible, quemada entre los restos del Madrid bombardeado.